odio de hermanos parte 4 Darly es secuestrada
Al llegar al hospital Matías y Ricardina se
encontraron con Carmen y su pareja en la sala de espera, Adolfo estaba en el
baño y al salir se topo con la médica que atendía a su hija, le pregunto por su
estado, a lo que la mujer de bata blanca le respondió que estaba bien, que el
golpe no había sido muy grave, pero que estaría en observación, en ese momento
Matías interrumpió para saber de Sara y se entero que la pobre quedaría en
silla de rueda. Parecía que la oscuridad estaba invadiendo a la vereda
Potrerito y que alguna maldición se estaba desatando, los sucesos ocurridos en
los últimos siete meses estaban dejando huella en la familia que alguna vez
tuvo Carmen y Adolfo al vivir juntos; los padrinos de Darly, al enterarse que
su hija no volvería a caminar, se derrumbaron de dolor, no sentían el valor
para decirle lo que estaba ocurriendo, ni tampoco para imaginar que haría su
ahijada al salir del hospital.
Pablo estaba hablando con su
amigo Isaías sobre sus planes con Darly, pero aquellos fueron escuchados por
Duvan Bolaños que rio como si fuera un
chiste, lo que llamo la atención de los otros dos chicos y preguntaron de que
se reía, aquel joven blanco, delgado, alto, con cabello medio crespo, ojos
cafés claros, nariz puntiaguda y labios gruesos, respondió: - Darly, la chica
con la que planeas hacer muchas cosas está muerta. - ¿QUEEEEE?- Pregunto Pablo
– eso no puede ser, eres un maldito
hijueputa (cogió al informante del cuello de la
camisa).
–
si no me crees, ve y le preguntas a sus vecinos
o compruébalo lleno al hospital de Popayán, en este momento deben estar ahí.
–
y
¿como paso? – interrumpió Isaías
mientras lo separaba de Pablo.
-
Según dicen, rodó por las escaleras de la casa de su vecina, pero quién sabe si no fue que
la atropellaron. Respondió Duvan mientras seguía su camino.
-
¡no puede ser verdad! - Exclamo Pablo – esa hembrita me encantaba.
-
Pero, ya no está viva, - hablo Isaías.
-
Tengo que ir al hospital de inmediato, tengo
que salir de esta incertidumbre.
Dijo Pablo y despidiéndose de su amigo corrió a su casa, se vistió con ropa negra por si era verdad la supuesta
muerte de Darly, tomo su moto y arranco a toda velocidad rumbo al hospital.
Al llegar vio a Matías con
recelo, pero su desespero hizo hablarle para preguntar por su hermana, se
tranquilizo al escuchar que Darly no estaba muerta y que se pondría bien, en
muy poco tiempo, pidió permiso para verla, pero no lo dejaron ya que se había
acabado la jornada de visitas.
Darly había despertado,
quiso gritar para que la fueran a ver pero se detuvo para dar inicio a un nuevo
plan, su accidente le dio la idea de decir que había quedado sin memoria, así
Sara no la molestaría mas y Matías estaría a su lado como nunca antes lo había estado, todo marchaba
perfectamente y así seguiría hasta el fin de todo, era otro de sus
pensamientos, que al parecer estaba confundiendo entre lo que consideraba odio
y lo que la hacía ver en un futuro la mujer más sola, sin el amor de su
hermano, aquel que nunca le ha dado la espalda y en todo momento la ayudo.
Al despertar, Sara vio a sus
padres al lado derecho de la camilla con un gesto de ternura y dolor.
-
¿Qué paso?
Pregunto.
-
Luego de empujar accidentalmente a Darly,
saliste corriendo, te resbalaste y caíste
por el vitral – respondió magnolia abrazando a su marido.
-
¡no, eso no es verdad! – grito la adolecente
– esa se tiro solita, yo no hize nada.
-
No trates de negar lo que vimos tu madre y
yo, si te meten presa no será nuestra culpa. Exclamo Martin.
-
Yo no hice nada, tienen que creerme, voy a desenmascarar
a esa malparida, ya lo verán – volvió a hablar entre los dientes Sara y al
intentar levantarse de la camilla donde estaba, no pudo, no sentía ni una sola
pierna y sin que nadie se lo dijera se dijo así misma: ``soy una lisiada`` , se
quedo quieta por un minuto, su madre corrió a abrazarla, pero ella se esquivo y
cayó a la baldosa, se arrastro hasta la puerta, intentando pensar que aquella
realidad era una farsa y que todo volvería hacer como antes, en ese momento
llegaron dos enfermeras y le aplicaron un sedante, la subieron de nuevo a la
camilla, mientras repetía una y otra vez: ``Darly es el diablo``.
Al otro día, cuando Pablo
entro a ver a Darly esta le pregunto quién era y el avispado intruso le respondió
que era su novio y le cuestiono el por qué no se acordaba, la muchacha seca con
lo que escuchó, se enfureció y con una mirada de desprecio le dijo:
-
Yo no tengo novio y no me interesa tenerlo,
no sé quién es usted y no quiero averiguarlo, así que le pido el favor de que se vaya de esta habitación.
-
No me voy a ir, tu eres mi novia y lo serás
hasta el ultimo día de mi vida, quieras o no – grito Pablo
-
Pues este será el último, porque yo a usted
no quiero verlo más, ni en pintura, a mi no me venga con advertencias, ni
amenazas, por qué vas a perder y todo.
-
¿perder qué?, si yo me voy de este cuartucho
será contigo a las buenas o a las malas, serás mi mujer de una vez.
Darly que nunca perdió la
memoria, vio la clase de lacra con la que estaba discutiendo, era un lobo con
piel de oveja y parecía que no la iba a dejar en paz, así que comenzó a gritar
hasta que Matías entro y saco a Pablo a los golpes, luego volvió a entrar, para
peguntarle a su hermana por lo que había pasado; con actuación de novela
dramática Darly con una mirada de confunción pregunto:
-
¿Quién eres tú?
-
Soy tu hermano - respondió Matías.
-
¿enserio? Y ¿Cómo me llamo?
-
Te llamas Darly Sánchez y yo Matías. ¿no te
acuerdas de nada?
-
No, tengo miedo, ¿Qué paso?
-
Estabas en una discusión con Sara y ella te
empujo desde el segundo piso, haciéndote caer por las escaleras.
-
Y ella ¿como esta?
-
Perdió la movilidad de sus piernas, al
momento que tu caíste, ella resbalo cayendo también.
-
Pero ¿la demandaron?
-
No.
-
¿Cómo?, intento matarme, tiene que estar
encerrada.
-
Creemos que fue suficiente con haber perdido
sus piernas, ella nunca volverá a caminar.
-
¿enserio?
Está bien dejemos esto así.
-
Eres muy buena, sabía que no harías nada.
Darly dio un suspiro de
tranquilidad, ahora estaba segura que Sara pronto se iría y no volvería a
molestarle más la vida; por otro lado Sara en su habitación maldecía una y otra
vez a su ex cuñada y como única aliada que podría tener llamo a Luisa, para que
fuera a verla y cuando esta llego le contó todo lo que había pasado; Luisa no
dijo que eran mentiras sino que por el contrario, estaba más segura de la
verdadera cara de su cuñada, entonces dedujo que no
había perdido la memoria, que todo lo que estaba diciendo era falso y la iba a
desenmascarar a cualquier precio. Pablo por su parte estaba muy furioso con
Matías, quería vengarse de los golpes que le dio y más aun sabiendo que Darly
sin sus cinco sentidos puestos lo había rechazado, así que con toda su demencia comenzó a planear el secuestro de la
desmemoriada.
Dos meses después, Sara y su
familia se habían vuelto a ir para Cali, Darly estaba comenzando a aparentar
que recuperaba la memoria, ya que Luisa la había enfrentado, y la familia
Sánchez estaba más tranquila, pues pensaban que todo había terminado, pero no
era así, ahora era donde su pesadilla comenzaba a ascender desde lo más
profundo de la oscuridad, desde las pestañas de Darly. Luisa por su parte no
iba a dejar que nada, ni nadie se interpusieran en su felicidad a lado de
Matías y Pablo estaba esperando el momento preciso para llevarse a su amor
enfermizo donde solo la pudiera tener y ver él.
Un día común y corriente,
cuando Darly fue a visitar a su abuela comenzó a sentir que la perseguían, eso
la asusto, pero lo que en verdad la hizo temblar de miedo fue el hecho de que
Emiliana al verla le diera una cachetada y le reclamara por casi matarla, la
joven trato de evadirla, pero no pudo y para que su abuela no digiera nada
empezó a llorar y se tiro al suelo arrodillada, pidiendo silencio, que no le
digiera nada a nadie; Emiliana al verla en tan cruel estado de suplico,
prometió no decir, ni una sola palabra de lo que había ocurrido antes, con la
única condición de que Darly cambiara su personalidad y desapareciera de su
vida la envidia y los celos que le tenía a su hermano, pues eso la acabaría
llevando a su propio infierno; con la voz dulce, la muchacha al escuchar la
condición que le imponía su abuela le dijo que nunca volvería a ser algo en contra
de su sangre y corrió a abrazarla, mientras en su mente repetía una y otra vez:
´´vieja asquerosa, a mí nadie me va a hacer cambiar y muy pronto destruiré todo
lo que no este de mi lado, a esas
persona que como tú me quieren hacer caer´´.
Emiliana como abuela ingenua
y amorosa, sintió que su nieta en verdad estaba muy arrepentida, la separo de
su cuerpo y le cogió las manos y mirándola a los ojos le dijo: ´´hija mía, yo
estoy segura de que tú eres una niña buena y de que quieres a tu hermano, al
igual que él te quiere a ti, pero no le tengas envidia, porque a la única que
resultara haciéndole daño esos sentimientos será a tu mente y a tu corazón.
Confió en ti´´. Como ya se había hecho de noche, y Darly con hipocresía se
despidió de Emiliana con un beso en la mejilla cosa que jamás había hecho y que
estaba segura no volvería a hacer, odiaba el hecho de tener que abrazar o besar
a alguien que aborrecía con toda su alma; cuando estaba en la calle dio un
suspiro y empezó a caminar, la noche no tenía luna y los grandes potreros la
rodeaban con uno que otro pedazo de tierra sembrado con café, caña o yuca,
estaba lejos de su casa, entonces empezó a sentir pasos detrás suyo, en la
curva donde con Jonathan planearon las separación de su hermano y Sara, volteo
a ver quién era y solo sintió como alguien le puso un pañuelo en la boca que le
hizo ablandar todo su cuerpo y segundos después, dormir.
Al llegar la media noche, Matías
se despertó con la imagen de su hermana en su mente, corrió por la sala de la
casa, hasta llegar a la habitación de Darly, al no verla salió de prisa al
cuarto de su padre y ahí toco la puerta:
-
¿Qué paso? Grito Adolfo
-
Papá, Darly no ha llegado a dormir –
respondió el joven asustado
-
Ah, eso debe ser que se quedó en la casa de
Isleni o de su abuela, anda a dormir y deja descansar – gruño Ricardina
-
No, eso no puede ser, padre usted nunca ha
visto que Darly se quede en otra casa, ni mucho menos donde la abuela, porque
ella jamás lo haría.
En eso tiene razón, pensó Adolfo,
mientras se levantaba, fue a la cocina por un poco de agua y luego tomo su
celular y llamo a Emiliana, mientras que Matías llamaba a las pocas amigas de
su hermana, pero nadie dio con el paradero de la pobre chica, sin embargo solo
sabían que había salido tarde de la casa de su abuela, la preocupación empezó a
invadirlos, querían llamar a la policía, pero solo se podía hacer pasadas
cuarenta y ocho horas de desaparición. ¿Qué podrían hacer?
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