ODIO DE HERMANOS. SEXTA PARTE. EL TRAUMA.
Pasaron
las semanas y Darly, desde el día en que vio morir a una mujer que no conocía,
por salvar su vida, no salía de su habitación, casi comía y siempre estaba
mirando por la ventana los cafetales, el cañal de su padre y una parte de las
grandes pineras que habían; esa situación para Adolfo, Carmen y Matías se
estaba poniendo depresiva, querían que su familiar volviera a reír, volviera a
salir y sobretodo empezara a amar, entonces decidieron, con orientación de un
profesor de la chica, llevarla a una psicóloga, la semana que venía; puesto que
era viernes de tarde y los fines de semana no atendían en aquel consultorio.
El
sábado por la tarde Luisa fue a visitar a su novio, que la recibió con un fuerte
abrazo y un beso apasionado;
-
¡cómo te quiero amor! Susurro Luisa al oído de
su amado.
-
Mi vida, este amor que sentimos nunca
acabara. ¿verdad? Pregunto Matías mientras tocaba con su mano derecha el rostro
de la mujer que ´´lo saco del abismo´´.
-
Nunca, mi amado, siempre estaré aquí para ti
y para toda tu vida, seremos muy felices – prosiguió Luisa mientras hacía
resbalar el labio inferior de Matías entre sus dientes.
En ese momento sonó el
celular del chico quien se apresuró a contestar, al colgar le dijo a su novia
que se quedara cuidando a su hermana, mientras iba para la casa de su abuela a
traer a su hermanito Luis, ya que Adolfo todavía no llegaba de trabajar y Ricardina
no soportaba estar a solas con ellos, la adolecente enamorada acepto y al cabo de diez minutos cuando observo que
su novio iba lejos entro al cuarto de su cuñada y con ironía empezó a hablarle.
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