Los muertos caminan en el Cauca
Capitulo 1. Mi vida ahora es correr.
Vivía
muy bien en la ciudad blanca del Cauca, trabajaba como guardia de seguridad en
la construcción en unas torres de apartamentos, entraba a las cinco de la tarde
y salía a las siete de la mañana, aunque el horario era extenso ese lugar lo había
acogido como mi casa. En si soy de un pueblo cercano a Popayán llamado Cajibío;
de allá proviene toda mi familia y de allá salí para poder ser alguien en la
vida.
Una
semana después aquel virus se volvió tendencia a nivel mundial por que ya les había
costado la vida a demasiadas personas y era altamente contagioso y quince días después
empezó la historia en su desarrollo, cerraron los pueblos, las ciudades y los países como tal, el trabajo se
fue a pique para muchos sectores industriales y la noticia diaria era la
cantidad de muertes que se presentaban. Empezó una competencia por encontrar
una cura y acabar con la pandemia y una vez se hizo toda la humanidad pudo
volver a respirar tranquila durante algunos días mientras empezaban a vacunarse,
lo triste fue que aquello empeoro las cosas y una noche cuando la lluvia caía
lentamente, desde el quinto piso empecé a ver a gente corriendo desesperada, al
principio no entendí el por qué, pero luego vi como un sujeto alcanzo a una
mujer y la tiro al suelo mordiéndole el cuello y para luego comerse su rostro fue
una escena perturbadora y de inmediato se me vino a la mente una apocalipsis
zombi y es que realmente estaba tan obsesionado con ello que por un momento pensé
que era yo el culpable o al menos que solo estaba en una pesadilla y que me había
quedado profundamente dormido en el trabajo e intente despertar pero no, no
estaba dormido y al reaccionar de inmediato llame a mis padres eran las diez de
la noche y se demoraron en contestarme porque ellos son de las personas que se
acuestan cuando el sol desaparece del cielo
y al contestarme de inmediato los alerte.
- - ¡mamá! – dije mientras observaba a un joven entrar a su
casa y gritar con desespero al ver que “los no vivos”, que se habían duplicado
en momentos, rompieron los vidrios de su casa y tiraron la puerta, luego solo escuché
más gritos y un silencio infernal.
- - ¿Qué esta pasando? ¿Qué fueron esos gritos? – pregunto mi
madre preocupada - ¿estás bien?
- - Si madre, si estoy bien – dije tratando de contener mi
llanto – madre escucha lo que te digo y créeme porque de ahora en adelante
nuestra vida corre peligro.
- - ¿Por qué dices eso? – pregunto mi madre a quien escuche
prender el interruptor de energía de su habitación - ¿Qué está pasando?
- - Madre no sé qué van a hacer, pero deben irse de inmediato
de la casa, buscar un lugar donde puedan encerrar, construir muros o donde
nadie llegue. Por qué los muertos se han levantado de sus tumbas y vienen pro nosotros
– dije imitando la voz de susto que hacían en las películas de terror y en si
por que así lo sentía de un modo a otro mi vida no estaba segura allí.
- - ¿estas drogado o qué? – me recrimino mi madre y al
momento mi padre desde lejos
- - Prendan la televisión, allí deben estar pasando lo que les
digo, créanme ¡por favor! – le supliqué y pude escuchar como encendieron la televisión
y hubo exclamaciones de terror al ver lo que pasaba en todo mundo - ¿Qué quieres
que hagamos?
- - Váyanse lejos de allí, despierten a todos los vecinos
pidan su ayuda, porque si esto ay esta pasando aquí en Popayán lo más seguro es
que para mañana ya los alcance, aseguren comida, víveres y armas para luchar si
se llega a dar el caso, no sé si sea cierto o no, pero apunten a la cabeza y aléjense
de los mordidos o heridos por esas cosas – les sugerí lagrimeando pensando en
que tal vez no los volviera a ver – imagino que pronto vamos a quedar incomunicados,
así que los amo con todo mi corazón.
- - Espera hijo y ¿tú qué harás? – pregunto mi padre arrebatándole
el celular a mi madre - ¿Cómo vas a allegar acá?
- - No lo sé papá, pero no se preocupen por mi yo estaré bien
– respondí para no preocuparlos más – yo se me defender, ustedes preocúpense
por mis hermanos y por mantenerse a salvo.
- - Lo estaremos y te esperaremos, nos veremos en la finca de
tu tía Marina que está en lo más lejos de la sociedad y las montañas que la
rodean nos darán tiempo para pensar y ver como evadir todo eso – sugirió mi
padre con la seguridad de un gran líder, el cual era desde muy joven – te veremos
allá, ¿por favor?
- - Está bien – respondí suspirando como si fuera una promesa
que jamás se fuera cumplir – allá nos vemos. Oren mucho por mí por favor.
- - Te amamos – dijeron a coro mis padres sollozando y los
pude imaginar abrazándose con la esperanza que su primogénito los alcanzaría.
- - Yo los amo más, pero no más charla debo ver cómo salir de
aquí y ustedes a despertar al mundo que sobrevive ahora. Los amo y nos veremos
muy pronto de nuevo juntos.
Colgué
porque no quería detenerlos más, sabía que ahora su tiempo era limitado y en la
finca de tía Marina estarían más que bien y yo debía llegar allá de un modo a
otro, esa sería mi meta de ahora en adelante cumplirles la promesa de volver a estar
todos juntos de nuevo o bueno eso fue lo que pensaba antes de que un tipo se
metiera en la construcción y justo en la torre donde yo me encontraba siendo
perseguido por una decena de infectados, ahora debía pensar en cómo bajar cinco pisos sin topármelos.
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