Los muertos caminan en el Cauca parte dos
Capítulo
2. Escapar de la Torre
Me
sentía fatigado y sin salida y en cada momento que pasaba ellos se acercaban más,
tenía que actuar de inmediato, pero ¿Qué debía hacer? Dos pisos abajo comenzaron a gritar por ayuda.
Era claro que no iba a responder y mire al techo, el que sería el ático, tenía
una escalera solo debía subir, halar la escalera para cuando esas cosas se
hubieran ido poder bajar y así fue solo que, al momento de subirla, el sujeto
que estaba siendo perseguido me alcanzo y empezó a escalar y detrás de él los
infectados, no tuve más remedio que ayudarlo a subir y luego tirar la escalera.
- - Muchas gracias – exclamo el sujeto sosteniéndose sobre la
pared que llevaría el techo - por un momento pensé que moriría.
- - No te preocupes, no fuiste el único – dije con sarcasmo.
- - Qué pena contigo ponerte en estas, pero te vi desde la
calle y pensé que contigo encontraría ayuda – me confeso sollozando – imagine que
tenías armas o que al menos habría algo que pudiera contenerlos.
- - Pues no. No tengo armas por que en este trabajo no se
necesitan según mi jefa como tampoco la radio porque para ello existen los
celulares y un compañero que está en la cuarta torre – dije con mas sarcasmo y
enojado porque un arma me resultaría muy útil en esos momentos, era por eso que
a veces pensaba que podía estar al borde de la muerte y nadie se enteraría – y es
claro que no podía haber algo que los contuviera, mira a tu alrededor a esta
obra apenas le van a comenzar a poner techo y lo que la oculta es una lona que
poco a poco se va pudriendo.
- - Lo siento de nuevo – dijo sintiéndose culpable del riesgo
en el que me puso.
- - Descuida. No te preocupes posiblemente yo hubiera hecho
lo mismo en tus zapatos, ahora deberemos pensar en cómo bajar de aquí – dije mirando
hacia abajo y buscando una alternativa – no hay comida, no hay agua, estar acá será
peor que estar allá abajo.
- - Tienes razón – dijo el joven sonriendo – me llamo Gustavo
y ¿tu?
- - Llámame Gael.
- - Está bien Gael – dijo mirándome y sentándose en el piso -
¿Cómo crees que podemos bajar de aquí?
- - No lo sé – respondí mirando hacia todo lado y luego recordé
que eran dos torres unidas y que por el otro extremo de la torre podríamos bajar
sin problema - debemos ir hacia el otro
extremo y bajar.
- - Vamos pues – dijo siguiéndome la corriente lo que me pareció
estúpido ¿acaso no podría proponer algo él?
Los
alaridos de aquellos infectados dejaron de escucharse en cuanto avanzábamos y
bajamos por la otra torre, aun se seguían escuchando gritos a lo lejos de
personas que posiblemente estuvieran muriendo y una vez que estuvimos en la
calle, por la parte de atrás de los apartamentos vi como mi compañero desde la
torre donde él trabajaba se lanzó del quinto piso, seguido por una pequeña horda
de infectados.
Puedo
decir que recibió justamente lo que se merecía aquel tipo era enervante, desde
que llego a trabajar solo se la paso sacando chismes y cuentos para que me despidieran
y así poder meter a su hijo en mi reemplazo, pero yo siempre encontraba una contra
y era el quien quedaba como un payaso. Posiblemente por eso me odiara aún más. No pude
evitar sonreír y al momento sentir culpa y nostalgia por ese ser tal vez yo también
quedara igual o peor, me compadecí de mismo.
Decidí
ir a la casa donde vivía por algunas cosas, sabiendo que cometía un error y que
lo más acorde era correr hacia donde estuviera a salvo y que luego me
permitiera llegar con mi familia, sin embargo, tenia la esperanza de encontrar a
mis compañeros de apartamentos salvos y sanos o en su defecto muertos del
viaje. Así que corrí a la casa y Gustavo fue detrás de mí, pensé que nos separaríamos,
pero el no quiso y yo no objete, de un modo a otro de algo tenía que servir. Fue
súper complicado llegar a la casa, por cada calle había cuerpos que empezaban a
reanimarse aun así lo logramos, el problema fue que al intentar abrir la puerta
mi llave no funciono, estaba con seguro por detrás así que empecé a llamar a
mis compañeros despacio, pero Gustavo que estaba en el andén corrió para
avisarme que lo habían visto y se
acercaban, desespero me invadió y emplea golpear con fuerza hasta que momentos antes de que las cosas esas
llegaran, uno mi vecino de habitación me abrió.
- - Pensé que moriría – exclame respirando súper agitado.
- - Perdón no sabíamos que hacer y además tampoco te
reconocimos – dijo tomando agua de la llave – pensábamos que habías muerto. Todo
esto fue tan rápido.
- - Lo sé, solo vine por unas cosas y luego ver el modo de
salir de aquí – dije mientras entraba a mi habitación - tengo que llegar con mi familia.
- - Eso suena complicado – dijo Gustavo recostado desde la
pared al frente de mi puerta – ¿Dónde viven?
- - Viven en Cajibío ¿conoces? – respondí sacando un maletín de
mi almario.
- - Si claro, pero ¿vives en todo el pueblo?
- - No, vivo en una vereda y hasta allá debo llegar – respondí
mirando que llevar y para que dejara de preguntar cambie los papeles y yo lo empecé
a interrogar – y ¿tu familia?
- - Vivía solo con mi mama, veníamos del centro comercial
cuando los ataques empezaron y la buseta donde íbamos se volcó – dijo llorociando
de nuevo – ella no sobrevivió.
El
silencio invadió el apartamento, ya no tenía nada que decir. Entonces se
empezaron a escuchar gemidos de dolor que provenían de la habitación de Johan
el chico que me arrendaba, sospechando me acerqué y abrí la puerta, era su
pareja que yacía en la cama babeando y teniendo espasmos. Estábamos con un
infectado en la casa y Johan estaba llorando en una esquina ¿Cómo íbamos a
actuar ahora?
Continuación de la historia por favor!!!
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