HERIDA PASIONAL CAP 1. UN ACCIDENTE INESPERADO

Tras muchos años de matrimonio, Luz Ángela siente que ya nada es como antes, que su marido no la quiere, que tiene a otra mujer. Su vida ha cambiado demasiado su familia se alejó por culpa de aquel hombre que no ha sabido hacerla feliz; su hijo es su único motivo para vivir. Ella sabía que esa situación debe cambiar y hará lo imposible por volver a sonreír de verdad y ya no llorar a escondidas ocultando su dolor.  
Era una tarde de verano, Luz Ángela leía un libro de superación personal y conyugal, cuando alguien toco a la puerta, se levantó rápidamente para ver quién era pero al abrirla y mirar a su alrededor no había nadie, miro al suelo por un destello amarillo  observo un sobre de ese color, lo alzo y leyó “para Luz Ángela” saco de el una nota que decía: “ querida amiga mía, no sabes cuan feliz soy con tu marido, el realmente es un hombre muy apasionado” con lágrimas en los ojos volvió a meter la mano en el sobre y saco una docena de fotos de su marido desnudo con varias mujeres a las que no se le miraba el rostro y con una en especial que tenía un tatuaje de una mariposa en uno de sus hombros, también las fotos tenían fechas diferentes y la última era de un día atrás al que ella estaba.
Corrió rápidamente a donde estaba su teléfono celular entre ira, tristeza y decepción llamo al que ella había llamado esposo para que viniera de inmediato a explicarle que significaban las fotos o ella empacaría en menos de una hora su maleta y la de su hijo y se irían lejos de aquella ciudad que tanto daño le había causado. También pensaba en cuan terca había sido al no hacerle  caso a su padre que le había dicho la clase de hombre que era aquel, pero en ese momento ese sujeto era el más cariñoso, el más romántico, el más humilde, el más caballeroso príncipe que cualquier chica hubiese querido tener, cosa que duro solo un mes después de casarse. Subió a su habitación a empacar su maleta y cuando ya estaba acabando de hacerla su marido llego de sorpresa y la cogió de las manos fuertemente:
-       ¿Qué piensas hacer?- le pregunto Daniel.
-       Irme lejos de aquí, lejos de ti – respondió Luz Ángela mientras trataba de soltarse – estoy harta de ti, de esta vida, de la vida que tú me has dado.
-       Vete,  pero sola a mi hijo lo dejas aquí.
-       No lo pienso hacer, él se viene conmigo yo nunca debí meterme, ni tener a mi hijo contigo.
-       ¡CALLATE IMBESIL! – grito Daniel mientras le daba una bofetada a su mujer - ¿Cómo te atreves a decir eso? ¿Quién te crees que eres?
-       Una mujer herida, una mujer cansada, una mujer que solo vive por su hijo, consumida por tu machismo, por tu maltrato, por tus insultos, por una vida fuera de la sociedad – respondió la mujer mientras lloraba y miraba a los ojos a su verdugo – soy una mujer que creía que me amabas a pesar de todo eso, pero hoy se llenó la copa, hoy por fin desperté del todo y te veo tal como el asqueroso ser que eres.
-       Vuelves a repetir eso y te rompo la cara ¿Cómo te atreves?
-       Me atrevo porque me canse, golpéame todo lo que quieras, no sentiría más de lo que siento en este momento, estoy muerta en vida y es gracias a ti, un ser asqueroso que se acuesta con cuanta zorra se le atraviesa.
-        Pues esas zorras como tú las llamas, me han hecho sentir un hombre en la cama a diferencia de ti que solo me produces lastima, no sabes lo rico que la pase con cada una de ellas y hasta cuartetos hice solo para ser feliz lejos de ti.
-       Eres un infeliz, hijo de perra – grito Luz Ángela mientras se abalanzaba contra el hombre para golpearlo en el pecho – ¿qué clase de hombre eres?
-       Soy  un hombre con los huevos bien puestos, que no se deja manejar por una mujerzuela como tú – respondió Daniel mientras empujaba y hacia caer al suelo a la mujer que un día lo amo tanto y ahora solo lo odiaba – lárgate, pero sola.
Y sin que se hubieran dado cuenta su hijo de siete años había llegado de jugar con sus amigos y había estado escuchando toda la conversación sintiéndose, por su ingenuidad, culpable de lo que sucedía pues en otras ocasiones había escuchado que él era el único motivo por la que ellos eran un matrimonio incapaz de hacer algo nuevo, así que decidió escaparse de ahí para que sus padres fueran felices de nuevo, salió corriendo de la casa con las lágrimas entre los ojos y sin que sus vecinos lo pudieran detener corrió hasta una cancha que había cerca de la montaña y de su casa, agotado  y viendo que sus amiguitos lo perseguían para preguntarle qué había pasado y sintiéndose avergonzado no vio que había un derrumbe en el lugar y cayo golpeándose la cabeza contra un troco de pino. El pánico invadió el lugar los niños presentes corrieron a llamar a sus padres quienes salieron de inmediato a ver lo que ocurría; la madrina del niño al verlo entre gritos y llanto salió corriendo a avisarles a sus padres quienes aún seguían discutiendo:
-       Tú tienes la maldita culpa – gritaba Daniel.
-       La culpa solo la tienes tú, un ser tan repugnante, al que nunca debí mirar – gritaba también Luz Ángela defendiéndose.
-       ¿Qué hacen? -  interrumpió su comadre, impresionada un más por lo que miraba y escuchaba -  allá afuera su hijo esta inconsciente, muerto  ¿Quién sabe que tiene?
-       ¡Mi hijo! – grito Luz Ángela.
-       ¿Qué le paso? – pregunto Daniel sin aliento.
-       Se cayó de un barranco, aun nadie lo ha sacado – respondió la comadre mientras se recostaba en el sofá -  entre por que la puerta está abierta y vaya con lo que me encuentro ¿Qué clase de padres son?
-       Yo cerré bien la puerta al entrar, ¿el donde estaba? – pregunto Daniel mirando a Luz.
-       Él estaba jugando con sus amigos, debió entrar por la puerta de la cocina que está abierta. ¡Madre mía, otra vez nos escuchó! – exclamo Luz Ángela apretándose el pecho y corriendo hacia donde estaba su hijo con su comadre, Daniel las siguió.
Al llegar al sitio ya había una ambulancia sacándolo del abismo y atendiendo al niño, también había una patrulla con tres policías que al ver a los padres llorando y preguntando qué pasaba y como estaba su hijo, se apresuraron a controlarlos porque su desespero era muy evidente y aún  más cuando el médico que atendió al niño les dijo que su hijo había muerto.

José Daniel había muerto de manera instantánea por el golpe que recibió en la cabeza; Luz Ángela se desmayó y Daniel llorando miraba hacia el cielo pidiendo perdón a su hijo y a Dios. ¿Que pasara en los días o tal vez años siguientes? ¿mejoraran las cosas del matrimonio o empeoraran?

Comentarios

Entradas populares