A veces

La vida a veces nos trae grandes dilemas que resolver, grandes problemas que afrontar y en especial grandes desilusiones que aceptar. A veces no es cuestión de mirar atrás, es cuestión de ver un mañana lleno de triunfos y sueños realizados, de tener la fe de estar con la persona que hará de tu día a día el más perfecto, de realizarse como persona.

Dejar el odio a un lado es parte fundamental, para llegar a la serenidad y por ende a la felicidad, porque así no nos cegaremos, sino que por el contrario resolveremos todos esos inconvenientes que al momento de verlos son imposibles de resolverlos, pero que sin embargo en realidad no son tan complicados.

Muchas veces caemos en depresión, porque pensamos que nadie nos quiere, aunque eso es lo más erróneo del mundo, sabes ¿por qué?; bueno porque hay gente muy bueno interesada en no alejarse de ti, sin embargo el que no las quiere ver eres tú mismo.