El final de un inicio LEONARDO y RODRIGO




Una vez mas rodrigo reviso su facebook para ver si su amigo del chat estaba, pero no fue así aparecía desconectado desde hace horas, perdió las esperanzas de que se volvieran a escribir en linea, sin embargo una noche su celular vibro era un numero desconocido, lo reviso, era un mensaje de Leonardo. No lo podía creer, sintió mucha felicidad, era un "hola"; respondió inmediatamente, había esperado tanto por ese día, le pidió una foto antes de darle una explicación del por que no lo tenia registrado e hizo una imagen con mensajes de querer; sabia que lo quería por que sentía que era un buen chico y posiblemente de buenos sentimientos, pero Leo no creía en un querer distancioso y repentino. Para querer solo se debe saber que la persona existe, que respira y habla y verán que el destino los pondrá en un mismo camino, era el pensamiento de Rodrigo. Leonardo no parecía pensar de la misma forma, claro esta que muy en su interior sentía cierta ternura por aquel chico que solo conocía por fotos; así que tomo la decisión de tomar una tarde e irlo a conocer, estudiaba al norte de su ciudad y fue para allá, ya que a Rodrigo se le complicaba bajar al centro por cuestión de tiempo; cuando se vieron probablemente disimularon su atracción, uno era mas joven que el otro y aun así se fueron a caminar por los alrededores de donde se encontraban, hablaron de su gustos y disgustos, de su futuro y sus sueños, parecía que todo marchaba bien hasta que de un momento a otro Rodrigo hizo un comentario inapropiado para la ocasión en especial por que era la primer cita y Leonardo prefirió retirarse;


Rodrigo como todo el soñador lo único que quería era vivir un cuento de hadas con un final donde los dos se besaran mientras el sol se escondía por el final del atardecer, algo que Leo lo vio como muy infantil, ya que èl buscaba vivir en la realidad no en la fantasiosa, sin embargo esa noche tuvo un sueño donde se veía solo a la orilla de una enorme peña y detrás de si miles de cosas que su realidad había omitido en su vida de aquellas cosas salio una enorme serpiente y le dijo: Tienes dos caminos, el primero es tirarte y morir por que es tu realidad o el segundo que es enfrentar tus miedos y entrar al camino donde no solo la fantasía se unirá con la realidad sino que también sera el que haga que tu vida encuentre la felicidad. Al despertarse se sintió otro, pero su orgullo no le permitió escribirle ni llamarle a Rodrigo y este parecía estar dejar su mundo soñado por entrar en otro donde reinaba el recentimiendo, el odio, la soberbia y la vanidad.Se pasaron un par de días y curiosamente los chicos se encontraron, uno feliz y el otro con la mirada muerta, Leonardo se sintió confundido con la nueva actitud del que fue su enamorado y Rodrigo no quería sentir nada, después de platicar unos minutos los jóvenes caminaron hasta un lugar donde se veía toda la ciudad,  Que era hermosa en su atardecer, y ahí sin pretenderlo un movimiento torpe hizo que se tomaran de las manos  y se miraran fijamente, un brillo precioso parecía invadirle los ojos y al momento se abrazaron, se les salieron una que otra lagrima y se dieron un beso, que hizo una fuerte iluminación sobre la quebrada que recorría la ciudad y muchas avez volaron formando un corazón flechado,  desde luego la luna que apenas se mostraba hizo iluminar con su suave reflejo el lugar donde estaban los chicos, fue algo mágico, como de un cuento encantado. Los dos chicos se enoviaron y aunque ahora tenían que enfrentar muchas cosas nuevas en sus vidas diarias, su final fue este: la mañana estaba lluviosa y Rodrigo se encontraba mirando por la alberca el fascinante paisaje que lo rodeaba en ese momento Leonado entro y lo acompaño observaron por un largo rato el bosque y luego se tomaron de la mano se dijeron lo mucho que ahora se amaban y se besaron,  mientras el sol los hacia desaparecer con su brillo.



FIN

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