El demonio del juego. Ojos brillantes.
Había empezado
año nuevo y una familia entera decidió pasar los primeros días en el bosque del
Carmen un lugar al parecer muy interesante y fantástico, según las leyendas y
los cuentos de los ancianos que vivian en la zona.
Jefferson era el
novio de Maria Soler, hija de Carlos y Carmenza del Soler, y ellos fueron
acompañados de sus otros hijos, Bernarda y Pablo, y con la familia de la
hermana de Carmenza, Laura, su marido Hernan y su hijo Emiliano. Los pasajes
los compraron en la terminal de la ciudad, ruta que los dejaría en la entrada
del bosque y de ahí tendrían que alquilar un coche caballos para llegar hasta
donde realmente quería llegar, las cascadas de la vida, que según la tradición
oral decía que si alguien se metía al pie de ella, seria inmortal toda la vida.
Al llegar
alquilaron los caballos y se fueron, llegaron hasta el pie de la cascada
después de andar por más de dos horas y eso que apresurando el paso,
desempacaron y comenzaron a armar las tiendas de acampar.
Era un bosque
definitivamente grande que sin mapa se perderían. Todos empezaron a meterse a la cascadas y disfrutar del
paisaje, sin embargo Emiliano no lo disfrutaba de a mucho sentía que algo los
observaba, y que les iba a ser daño, así que siempre estaba alerta a cualquier
movimiento raro que notase y entre risas y agua se llegó la noche empezaron a
asar carne para la cena y empezaron a contarse sus aventuras y extraños sucesos
que le habían pasado antes, Carlos hablo
de que el duende lo asusto cuando era chico, Carmenza y Laura de que a su padre
casi se lo lleva una bruja y Jefferson
de que su madre había muerto a causa de un fantasma y justo cuando el chico
acabo de contar su historia se escuchó un extraño ruido detrás de unos árboles
donde la luz de la fogata no penetraba. Cada uno se paró de donde estaba,
intentando mirar que había pasado o quien era, pero no vieron nada, entonces
Hernan prendió una linterna y se fue asomar al darse cuenta de que no era nada
voltio a mirar a todos para avisarles y justo entonces se vio detrás de él se
vio una luz que penetro su cuerpo y lo hizo caer al suelo, Laura corrió a su
lado para ayudarlo y ver si estaba bien, pero el hombre como loco la cogió de
la mano y la tiro contra un tronco de leña, Carmenza grito e intento
correr hasta su hermana, pero su marido
la detuvo, para que viera como aquel hombre atroz mordió a su mujer y le
arranco parte del cuello. Todos salieron
a correr asustados, menos Bernarda que se quedó despertando a su primo
Emiliano que se había ido a dormir y
luego de que este comprendió lo que estaba pasando también salieron del lugar
tomando caminos diferentes que a los de sus familiares, corrieron como sus
fuerzas se lo permitían, pero entonces notaron que a ellos dos algo los
perseguía y parecía estar tan cerca que no pudieron parar para respirar, sin
embargo Bernarda se cayó por un barranco
sin que su primo se diera cuenta, quedando enredada en las raíces de los
árboles que cobraron vida y la sujetaron por toda parte, para luego halarla y
meterla en medio de la suelo, fue tragada por la mismísima tierra.
Carmenza al
darse cuenta que su hija no estaba se devolvió a buscarla, sin que nadie lo
notase porque si hubiera dicho lo que hizo, no al hubieran dejado ir, sin
embrago la oscuridad no la dejaba ver y cayó a un pozo, intento sujetarse de
los lados para salir pero era imposible estaba muy resbaladizo, entonces empezó
a gritar pidiendo ayuda, pero al parecer nadie la escuchaba entonces sintió que
del agua salían muchas burbujas y de
repente escucho la voz de su hija que le dijo: ¨mami, estas cómoda¨,
asustada llamo a Bernarda pero esta repetía siempre lo mismo, entonces aquella
mujer dijo que no estaba cómoda que quería salir de ahí, entonces su compañera
le dijo que la iba a ayudar de una manera más eficaz y la sumergió con ella en
el agua.
Carlos al darse
cuenta que su mujer había desaparecido quiso regresar pero luego vio a sus dos
hijos muy asustados y decidió llevarlos a un lugar seguro, sin pesar en que la
noche en la montaña nunca será segura, corrieron hasta ya no poder más llegando
a una parte del rio, desorientados y sin saber
de sus familiares, fue entonces que empezaron a ver una luz que se
aproximaba hacia ellos, el pánico los ataco, pensaron que era la hora de morir de
todos, pero cuando vieron la luz más de cerca vieron que era de una linterna y
de inmediato gritaron para ver quién era, entonces les respondió Emiliano diciéndoles que no lo dejaran solo
que lo ayudaran, María al verlo tal y como era lo abrazo y al preguntarle qué había
pasado con su hermana una gran desilusión se apodero de ella, y la frase: ´´nada
es para siempre´´ por fin tuvo un significado.
Sin pensar en
dar marcha atrás siguieron caminando, sin dejar de sentir que eran perseguidos por
algo que no era de este mundo, pero que los quería ver muertos y así llegaron a
una casa vieja, llegaron tocando la puerta desesperadamente y pidiendo ayuda
pero nadie los atendió, entonces decidieron entrar a la fuerza, pero al tocar
la puerta de nuevo, ella misma se abrió sola, indecisos entre entrar y no, avanzaron
todos juntos, caminaron por el pasillo con las paredes despintadas y el suelo
con grandes agujeros donde reposaba el agua de miles de días atrás, porque olía
horrible. Llegaron a la sala y con la linterna miraron por las paredes grandes
dibujos que no entendían, letras que nunca habían visto y en el suelo libros
viejos, comidos por polillas, Jefferson abrió uno y se dio cuenta que todo
era o había sido brujería, abrieron otro y con imagines pudieron entender que lo
que había ahí era un tipo de demonio que le gustaba jugar con las personas,
hacerlas intimidar para luego matarlas y que la única forma de que no les
hiciera nada era mirarlo a los ojos fijamente, algo terrorífico, pues también comprendieron
que ahí en el bosque para ellos nunca iba a amanecer al menos que hicieran lo
anterior y lo peor nunca iban a salir
del bosque porque por más que caminaran y vieran distintos lugares eran los
mismos, de una a otra manera.
María se sentó a llorar y de inmediato se le vino la imagen
de su madre, Jefferson la abrazo, mientras que Carlos apretaba fuertemente a su
hijo, Emiliano estaba en la ventana viendo hacia afuera algo que parecía ser un
lago, pues se sorprendió que la luna hubiera aparecido y dejara ver todo a su
alrededor, entre esas cosa vio a su padre y a su madre que lo llamaban, algo le
silbo al oído diciéndole: ´´ve hijo mío, tus padres te esperan felices, porque
han encontrado la forma de salir de aquí, pero nadie puede saberlo, porque si
no todo será una mentira´´, incrédulo el chico salió en silencio y fue a donde había
visto a sus padres, sin embargo al llegar no vio más que unos trapos colgados
en un árbol quiso correr de nuevo a casa, pero al darse la vuelta solo había árboles,
lo habían separado de todo entonces sintió sobre su hombro izquierdo una mano muy peluda con enormes uñas, que al
parecer tenía seis dedos. Se arrodillo pidiendo que no le hicieran nada, y a su
pedido le respondieron: ´´no te hare nada si prometes serme fiel y adorarme´´. Vacilando
el chico dijo que si, y entonces sintió como algo corría de arriba abajo todas
sus venas, algo que no era sangre, algo que le hizo olvidar todo, en ese
preciso momento volvió a ver la casa y
entro pero ya no había nadie, sin embargo fue golpeado por alguien al darse la
vuelta vio que era Carlos, lo cogió del cuello y se lo torció; María salió
gritando que era lo que quería de ellos y sin poderse controlar él les dijo que
quería sus podridas y malditas almas, entonces algo raro paso María se le
acerco y lo miro a los ojos fijamente, aquellos se volvieron rojos como la
sangre y de ellos salió una luz enorme que candelizo todo el lugar, Emiliano cayó
al suelo cerrando la vista del enorme
dolor que le había provocado eso, y al volver a mirar todo estaba como antes,
oscuro.
Jefferson y
Pablo se encontraban en una esquina rezando, algo que lo aturdió, sintiendo que
eran golpes fuertes y así cada uno levantándose llego hasta él y lo miraron
fijamente, provocando la luz anterior más intensa, cayendo desmayado y saber por
qué. Al despertar vio que había amanecido y pensó que ya todo termino, salió caminando
como alcolizado, y cayó al en las arenas del lago, pensó que era mentiras e
intento tocar el agua al hacerlo vio que sus manos ya no estaban que eran
garras de animal, asustado miro su reflejo en el agua y lo que vio nunca más lo
olvidara. Por otro lado Jefferson, Pablo y María despertaron en la entrada del
bosque, salieron de ahí y los recogió un señor en su carro, ya que iba para el
pueblo cercano, felices y tristes a la vez preguntaron qué hora era y día, comprendieron
que habían estado desaparecidos hacia dos meses y dados como un caso sin
resolver.
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